Como pequeña empresa, cuando un cliente te ve por primera vez, querrás que te vean Sólida, establecida, profesional. Así es como debes presentarte para dar la impresión correcta.
Para la mayoría de los modelos de negocios hoy en día, esto significa que es poco probable que puedas vender tu producto o servicio en el primer intento. Más bien, deberás tener más de un contacto con el cliente antes de poder persuadirlo. Deberán poder recordarte y diferenciarte de la competencia. Aquí es donde entra a jugar un papel importante… la marca.